Una de las fuentes fundamentales de energía de una autocaravana es el gas. Si bien es cierto que muchos accesorios funcionan con la electricidad de las baterías, la mayoría de las cocinas, refrigeradores y calefacciones son de gas. El suministro puede proceder de las típicas bombonas naranjas, por propano o bien a través de un depósito GLP (Gas Licuado del Petróleo) que es el sistema estándar en la mayoría de países europeos y el que posibilita el repostaje en gasolineras. En España, comienza a ser habitual instalaciones que permiten utilizar tanto uno como otro gracias a los reguladores tipo DuoControl.
Los depósitos de gas GLP aportan muchas ventajas. De entrada, posibilitan un mayor almacenamiento a un coste menor, podemos saber qué cantidad de combustible nos queda y nos evita andar con las bombonas de aquí para allá. Si aún no dispones del mismo, es una buena inversión que te puede facilitar la vida por unos 1.000€ aproximadamente. Recuerda que la instalación tiene que quedar homologada por la ITV.
Dicho esto, una de las mayores dudas de los conductores de autocaravanas es si pueden utilizar el gas mientras conducen. Es decir, si pueden continuar con su nevera en marcha o mantener la temperatura en los días de frío. Y la respuesta es sí, sobre todo, con la instalación de válvulas de seguridad que evitan escapes en caso de fuga accidental.
Hay muchos rumores sobre lo contrario y la mayoría parten de desvirtuar la norma que sólo aplica a las bombonas no conectadas y que obliga a que estén debidamente apagadas y provistas de tapas protectoras mientras circulamos. De ahí este tipo de señales que pueden generar confusión:
Sí que es importante conocer que desde la entrada en vigor de la normativa europea 2001/56/EC los vehículos posteriores a enero de 2007 tendrán que disponer de un sensor de choque que corte cualquier posible escape de gas en caso de accidente. El sensor de choque tiene un funcionamiento totalmente mecánico y no requiere de energía para su funcionamiento. Es un sistema de seguridad ingenioso que se basa en una bola de acero que se mantiene centrada sobre un soporte específico. Ante cualquier impacto, la bola pierde su posición de equilibrio y cierra el suministro de gas.
Recuerde que por seguridad está prohibido repostar en gasolineras con el gas en funcionamiento, especialmente si utilizamos el refrigerador. También que un profesional debe revisar la instalación periódicamente y sustituir reguladores de presión y mangueras según las indicaciones del fabricante o la normativa vigente.
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