Con las vacaciones de verano a la vuelta de la esquina, muchas familias o grupos de amigos se plantean la caravana como fórmula eficaz de viaje y ocio. Es por ello, que desde Camper Catalunya te recomendamos lo siguiente:

– Carné de conducir: ¿ sabías que para  conducir un remolque no siempre sirve el carné de conducir B ?, pues con él solo se pueden llevar remolques de peso inferior a 750 kg. Si la suma de pesos entre el coche y el remolque supera 4.250 kg, se necesita carné B96; si entre ambos suman de 4.250 a 7.000 kg, se necesita el permiso B+E; y si el peso conjunto rebasa los 7.000 kg, el carné requerido será el de camión C+E. Además, el remolque necesita su seguro también. En todo caso, cuando el peso sea inferior a 750 kg no será necesario, pues irá protegido por el seguro del vehículo. Pero si pesa más habrá que contratar una póliza adicional.

– El coche apropiado para caravana: antes de iniciar el viaje con un remolque, es fundamental asegurarse de que nuestro vehículo es apto para arrastrar caravanas. Y es que no todos pueden hacerlo, por lo que hay que comprobarlo en la ficha técnica, así como el peso que puede soportar detrás. De lo contrario, podría sufrir graves daños. Normalmente, el peso a remolcar no debe superar la mitad del del propio coche. Y entonces, ¿por qué un diésel sí? Pues porque justamente son motores ideales para ese tipo de uso, con un par gigantesco a bajo régimen, para que al encontrarse con un repecho, la simple bajada de velocidad y de régimen de motor le lleve a un par aún más abundante. Vamos, lo contrario que un motor de gasolina, incluso si cuenta con un apoyo del eléctrico, a los que las velocidades de autovía y carretera les favorecen menos.

– Mantenimiento previo: para comenzar el viaje con tranquilidad, hay que realizar una serie de tareas previas. En primer lugar, comprobar la presión de todas las ruedas. Además, es muy importante nivelar bien los pesos entre ambos vehículos. Es importante no cargar demasiado el maletero del coche para que la zaga no baje de altura. Asimismo, en el remolque hay que intentar que el centro de gravedad quede justo delante de las ruedas, lo más bajo posible, pues si va demasiado adelantado puede llegar a no girar.

– Cambios de velocidad: Se reducen así los vehículos a tres tipos y las vías a dos, siendo autopistas y autovías. Las carreteras convencionales igualan los límites sin que les afecte el ancho de arcén. Es decir, da igual que sean nacionales, comarcales o locales. Con estos dos tipos de vías se modifica el párrafo a) del apartado 1 del artículo 48 del Reglamento General de Circulación de 2003, que antes hablaba hasta de diez distintas posibilidades según vías y vehículos, incluyendo la diferencia entre automóviles con remolque con más o menos de 750 Kg de MMA, y que ahora se simplifica de la siguiente manera:

En autopistas y autovías: 120 Km/h para el primer bloque de vehículos; 90 para el segundo; y 100 para el tercero.  En carreteras convencionales: 90 Km/h para el primer bloque de vehículos; 80 para el segundo; y 90 para el tercero

Para caravanas desaparece la diferencia de límites de velocidad para caravanas de más de 750 Kg de MMA y las de menos, estando en una misma categoría, que coincide con los camiones, furgonetas y resto de vehículos.

 

– Y en carretera: siempre tener presente que la distancia de seguridad respecto al vehículo precedente, porque en caso de tener que frenar de emergencia se necesita más espacio. Al adelantar, hay que contar con más metros: el conjunto tiene mayor longitud y la maniobra será más larga. Por último, uno de los retos de conducir con remolque son las pendientes, que ponen a prueba nuestra pericia como conductores. Para subir, mejor marchas cortas para que el motor no caiga de vueltas y sufra en exceso. En bajadas, con calma y freno ligeramente pisado. Además, hay que poner atención al aparcar. ¡Atención!, la acampada libre no está permitida, de manera que será necesario buscar un camping o zonas habilitadas para pasar la noche.