En los últimos tiempos se ha puesto de moda comprar antiguas furgonetas de transporte, incluso modelos ya considerados clásicos como la Volkswagen T1, para modificarlas y convertirlas en pequeños pisos rodantes. Se trata de toda una filosofía a la que mucha gente se adhiere, especialmente los más jóvenes, que los retrotrae al idílico mundo hippie y los une con el ideario ecologista y de defensa de la naturaleza.

 

Si eres uno de estos nuevos aficionados que apuesta por construir su propia camper para emprender el viaje de la vida por medio mundo con amigos o pareja, tienes que saber que para tu proyecto constructivo o de reforma tendrás que recurrir a dos elementos fundamentales: ventanas y claraboyas. Dos kits que encuentras en cualquier caravana o autocaravana y que, en ocasiones, también toca cambiar.

 

La ventilación es primordial en una furgoneta que queramos convertir en minivivienda. Al sol, las cuatro paredes de metal pueden ser un auténtico horno que haga que la vida en su interior sea un verdedero infierno. Para evitarlo, tendrás que instalar ventanas y claraboyas; sí, a la par, porque de esta forma conseguirás las corrientes de aire necesarias para que tus acampadas sean confortables y apacibles. Recuerda el efecto chimenea: el calor sube y tenderá a escapar por el techo mientras que el aire que entre por la ventana, más frío, refrigerará el interior.

 

Las ventanas y claraboyas tienen otras funciones. Una de las más importantes es la de evitar la condensación interior que puede oxidar elementos metálicos de la caravana. La propia vida en un habitáculo cerrado o el contraste de temperatura entre el exterior y el interior puede provocar que aparezcan las famosas gotitas que humedecen las superficies. Abrir la claraboya evitará este problema y también la proliferación de malos olores o de mohos. Se trataría de ventilar como hacemos en nuestras casas, incluso en invierno cuando tenemos las calefacciones encendidas. Además, te proporcionarán luz con el consiguiente ahorro energético.

 

Las ventanas y claraboyas pueden ser abatibles o correderas y normalmente están hechas con doble hoja de plástico para conseguir el mejor aislamiento. Casi todas suman oscurecedores y mosquiteras para facilitarnos la vida a bordo. Los modelos más sofisticados de claraboya incorporan ventilación forzada que reduce los tiempos de ventilación y facilita la extracción de humos y olores.

 

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